El proceso de karstificación -formación de cavidades y formas superficiales relacionadas- se basa en la disolución y erosión paulatina de la roca, en nuestro caso del yeso. Pero, ¿A qué velocidad se disuelve el yeso en la naturaleza? ¿Cuánto tiempo tardaría en formarse una gran cavidad en yeso?
Con la intención de responder a estas preguntas se instalaron en el sector de la Cueva del Agua algunas estaciones de control que permitieron evaluar la magnitud de este proceso. Se obtuvieron datos que en principio no se esperaban. Se demostró que la disolución y erosión en la superficie del karst en yeso era varias veces superior a la que sucede en el interior de las cavidades. El descenso medio equivalente de la superficie del terreno yesífero es de 30 cm cada 1000 años mientras que las galerías de las cavidades se "agrandan" unos 10 cm de ancho cada 1000 años.
Esta diferencia es debida al hecho de que el agua de lluvia, muy agresiva al principio, alcanza la saturación en yeso a los pocos metros de su recorrido subterráneo perdiendo de esta forma gran parte de su poder agresivo. Únicamente durante periodos de grandes avenidas, cuando la infiltración es enormemente rápida, la disolución en el interior de la cavidad es realmente significativa. El proceso de karstificación, en clima semiárido como el de Sorbas, puede ser asimilado como un proceso esporádico, con máximos y mínimos muy acentuados a lo largo del tiempo. Por eso, las Cuevas de Sorbas solo crecen y se forman durante los periodos de lluvias torrenciales.
Los procesos de disolución en la superficie del yeso