Un hombre de unos treinta años, Constancio Lizán, lleva dos años recluido y medio oculto en una cueva. De quién huye y por qué no lo sabrá el lector hasta el final de la novela. Constancio ha logrado solucionar el problema de su precaria subsistencia (se alimenta de los animales que caza con trampas, de las truchas que pesca en los remansos de un río cercano y de las frutas y hortalizas que roba en los cortijos de la zona), pero hay un punto al que no ha logrado encontrar solución y que trastorna su vida.
Entrevistas y audioreportajes con recomendaciones de lecturas cuyo trasfondo o escenario tiene algo que ver con el mundo subterráneo.