ESPÉLEO CLUB ALMERÍA
Por la defensa del Karst en Yeso de Sorbas - Desde 1985, nuestro objetivo
Created with Snap

Espeleo Club Almería

Memoria de actividad

www.espeleoteca.com

Fecha:

Almería, 24 de agosto de 2014

Lugar:

Sima Jorge, Cueva del Agua, Karst en Yeso deSorbas

Actividades:

Desobstrucción y exploración

Participantes:

Maciej Browarni (ECA)
Manuel Gutiérrez Labouret (ECA)

Resumen:

Continuación de las exploraciones en la Galería Oscar de la Sima Jorge de la Cueva del Agua.

Memoria:

Durante las recientes jornadas espeleológicas de TopoSORBAS 2014, Eva Mª Benito (GAEL) y José Antonio Mora (GES de Priego), tras topografiar en la Sima Jorge, regresaron contando que, tras un paso estrecho, se presumía cierta continuación debido a la presencia de una fuerte corriente de aire.

Hoy nos dimos cita a las 8:30 en el club. Salimos hacia Sorbas con ciertas expectativas. Antes de darnos cuenta estábamos instalando, bajando la sima, superando la estrechez del Paso Jorge y tomando la galería Oscar que discurre a la derecha. Pronto llegamos a la estación topográfica número 65 donde Eva y Naneo iniciaron su labor pocos días atrás. Proseguimos adelante desobstruyendo algunos pasos para hacerlos más transitables y llegamos a una intersección donde ya no existe ningún dato topográfico.

La gatera de la izquierda ya la exploré hace muchos años. Recuerdo que se pueden recorres bastantes metros con cierta dificultad hasta hacerse impenetrable. En esta ocasión proseguimos por la gatera de la derecha, más amplia y con más corriente de aire. Fuimos tomando rumbos con la brújula y estimando los metros recorridos. Así nos encontramos con un par de pasos muy estrechos que hubo que desobstruir con nuestra fantásticas palas de los chinos (1,5 €).

Maciej que iba por delante, se guardó una sorpresa y debió reírse mucho al ver mi cara cuando, sorprendido, asomé la cabeza por la gatera hasta donde él estaba. Una galería de impresionantes dimensiones, nada habituales en sorbas. Los techos estaban a cinco metros de altura y conforme íbamos avanzando iban estando más y más altos. La gatera que habíamos dejado atrás continuaba en la pared de enfrente de la gran galería, pero claro, no era cuestión de ir por ahí en ese momento. Se hacía evidente la cercanía de una chimenea. Lo que íbamos buscando. Tras una trepada corta, la vimos.

Una chimenea que probablemente conecte con el exterior pese a que la luz de la calle no se dejó ver. Allí estuvimos un rato extasiados por la amplitud del conjunto y por detalles como los pendants del techo. Regresamos a nuestra galería que de pronto se reducía hasta el tamaño de una gatera.

Allí abajo, el aire era más y más denso. Llegamos a dos pasos estrechos. Uno superior, que se hacía casi impenetrable en un tubo a presión, y otro inferior con ciertas posibilidades de ser desobstruido por su lecho de margas. No circulaba nada de aire así que decidimos dar la vuelta en busca de la gatera que habíamos dejado atrás, donde empezaba la galería grande.

Una gatera que tampoco daba buenas vibraciones; el aire parecía circular pero muy débilmente. Solo unas pequeñas telas de araña nos lo indicaban con un mínimo movimiento. La gatera, casi desde el principio, se convierte en una fractura que poco a poco va cobrando más y más altura. Algunos metros más adelante, existe un paso estrecho aunque desobstruible. Intentamos forzarlo con nuestras palas pero, tras un primer intento, abandonamos por las encasas posibilidades que presentaba. La fractura continua su ascenso hasta terminar a los pies de una gran chimenea. Un montoncito de huesos, al pié de la chimenea, nos hizo elucubrar por dónde pudo entrar el dueño de ese pequeño esqueleto.

Con esa idea nos fuimos hacia la Sima Jorge. Allí comimos algo. A las 13:30 ya estábamos en la calle emprendiendo la vuelta a casa muy satisfechos por los logros alcanzados.

Manuel Gutiérrez Labouret